Capítulo 1. El Sr. Sherlock Holmes
Este primer capítulo inicia con la
aparición del personaje John H. Watson; Doctor en Medicina de profesión, quien al
encontrarse inmerso en la Segunda Guerra de Afganistán, resulta gravemente
herido, quedando incapacitado de sus funciones para la milicia, siendo enviado
a la ciudad de Londres con una indemnización mínima para subsistir, por lo que
se enfrenta a la necesidad de conseguir un lugar modesto para vivir.
Tras un breve encuentro con un
viejo conocido, el Dr. Watson es presentado con el Sr. Sherlock Holmes; un
investigador y científico no estudiado quién en ese momento se encontraba
interesado en encontrar a una persona con quien compartir los gastos de la
renta y manutención de un departamento. Después de dialogar sobre un par de
temas, Watson y Holmes acuerdan visitar
al día siguiente unas habitaciones que Holmes pretendía en la calle Baker
Street.
Capítulo 2. La ciencia de la deducción
Conforme a lo acordado y después
de haber realizado una inspección por las habitaciones del número 221- B de la calle Baker, Holmes y
Watson se mostraron convencidos por la calidad y precio de las habitaciones
halladas, cerrando el trato de forma casi inmediata y disponiendo a tomar
posesión de uno de los departamentos que se encontraban en el inmueble.
La convivencia de los dos
compañeros no resultó complicada y poco a poco se fueron conociendo mejor el
uno al otro. Después de un tiempo, Holmes confiesa a Watson su profesión como
detective asesor, presumiendo a éste su gran capacidad de adivinar la profesión
de cualquier persona desconocida con el simple hecho de observarla, pero principalmente
utilizando el método deductivo.
Capítulo 3. El misterio del jardín de Lauriston
Después de poner a prueba la astucia
de Holmes y tras el asombro e incredulidad de Watson, éste empieza a mostrar
cada vez más admiración y respeto hacia Holmes principalmente por su eficiente capacidad
analítica y deductiva.
Al poco tiempo, Sherlock Holmes recibe por
escrito una petición para auxiliar en un caso criminal efectuado recientemente en
un inmueble situado en los jardines de Lauriston, por lo que pide al Dr. Watson
que le acompañe. Al llegar al lugar, Holmes empieza a estudiar cuidadosamente cada
uno de los detalles que observa alrededor de la vivienda y posteriormente
también desde su interior, afirmando que era un error adelantarse a formular
teorías de forma precipitada ya que aún no tenía reunida toda la evidencia. Al
encontrar el cuerpo sin vida dentro del predio, los detectives encargados del
caso manifestaron a Holmes una posible hipótesis de lo que había acontecido,
pero Holmes se mostró incrédulo, pidiendo apoyo para que se llevaran de
inmediato el cuerpo de la víctima puesto que ya no era necesario tenerlo ahí.
Pero al levanta el cadáver, un anillo rodó por el suelo y Holmes, tras realizar
algunas inspecciones minuciosas sobre el lugar de los hechos, afirmó que se
trataba de un asesinato por envenenamiento; una venganza causada por un hombre
de estatura alta. Finalmente, pidió información sobre la persona que había
encontrado el cadáver y se dispuso a marcharse ofreciendo a los detectives su
apoyo en caso de que se le requiriese.
Capítulo 4. Lo que John Rance tenía que decir
Tras el asombro de Watson al
sentir que Holmes no estaba tan seguro de lo que había afirmado en la escena
del crimen, Holmes le contó a Watson todo lo que sabía hasta ese momento,
afirmando que a pesar de que todavía faltaba mucha información por revelarse,
ya tenía un veredicto sobre los puntos clave del caso y que todo lo demás eran
simples hipótesis y conjeturas.
Disponiendo ya de una buena base
de trabajo como punto de arranque, Holmes reveló a Watson que el secreto de su
análisis consistía en aplicar a la vida ordinaria los preceptos de observación
y deducción, al mismo tiempo que tomaba algunas muestras y las sometía a prueba
a través de métodos científicos y resumiendo los aspectos problemáticos del
caso de forma concisa e inteligente.
Una vez localizado el domicilio
del oficial de policía de nombre John Rance, éste le informa a Holmes los
acontecimientos de aquella noche cuando encontró el cuerpo sin vida dentro de la
vivienda supuestamente deshabitada. Holmes interrumpió en varias ocasiones haciendo
algunas afirmaciones y posteriormente realizando algunas preguntas específicas.
Al final de la entrevista, Holmes logra obtener la pista de un supuesto segundo
personaje implicado en aquel crimen.
Capítulo 5. Nuestro anuncio nos trae una visita
Más tarde, Sherlock Holmes
pregunta a su compañero Watson si había leído el periódico de la tarde donde
aparecía la nota del hallazgo de un cadáver en Brixton, a lo que Watson
respondió de forma negativa. Holmes aseguró que en esa nota habían omitido el
importante detalle del anillo que había aparecido en la escena del crimen. No
obstante de eso, Sherlock Holmes vio en aquella nota una oportunidad para
atraer al posible culpable del asesinato mandando publicar en el mismo diario
un aviso oportuno donde manifestaba haber encontrado un anillo de compromiso,
al parecer de oro, sobre la carretera de Brixton y que el dueño debía recogerlo
en el domicilio del Doctor Watson.
Una vez que Watson y Holmes acordaran
sobre lo que harían en el momento en que apareciese alguna posible persona a
reclamar el objeto extraviado, los dos compañeros escucharon a alguien aproximarse
y tocar en su puerta. Se trataba de una mujer de edad avanzada, quien después de
presentarse con agradecimiento, aseguraba que el anillo le pertenecía a su hija
la cual estaba casada desde hace dos meses con un marinero llamado Tom Dennis. Holmes,
al obtener los domicilios de la anciana y de la hija, entrega el anillo de
compromiso a la mujer. La señora se marcha del lugar y Holmes le sigue unos
segundos más tarde pensando que se trataba de alguna cómplice que le conduciría
al asesino real de Brixton. Después de un tiempo de seguirla, Holmes la pierde
de vista y descubre que la anciana resultaba ser un joven actor; un hombre
disfrazado de vieja que había logrado burlarse de todos, pero una vez más,
dejando las pistas suficientes para que Holmes dedujera que el asesino de los
jardines de Lauriston contaba con personas interesadas por él y por su
subsistencia.
Capítulo 6. Tobias Gregson, da una prueba de lo que él es capaz
La mayoría de los periódicos que
circulaban coincidían en que el caso de Brixton se trataba den un crimen con tintes políticos ocasionado por los gobiernos,
donde se involucraba a personas extranjeras que residían en aquel lugar.
El detective Tobias Gregson aseguraba haber
resuelto el caso señalando a una persona de nombre Arturo Sharpentier como el autor
del asesinato y de forma detallada narraba a Watson el método que le había
conducido para llagar hasta la pista principal. Pero Holmes se mostró arrogante
e irónico debido a la anticipación de Gregson, pero principalmente porque sabía
de antemano que aún había varios cabos sueltos y que faltaban algunos datos
para poder resolver ese caso.
Capítulo 7. Una luz en la obscuridad
Un segundo asesinato es revelado
por el detective Lestrade, quien localiza el cuerpo sin vida de un hombre que se
relacionaba con la primera víctima de Brixton. De forma detallada Lestrade describe
a Holmes, Watson y Gregson su investigación realizada y los resultados que había
obtenido a partir del primer homicidio.
Una vez que fueron reveladas ambas
investigaciones, Sherlock Holmes declara que el caso se encontraba cerrado, puesto
que desde ese momento sabía a ciencia cierta quién era el asesino de las dos
víctimas y gracias a sus métodos deductivos finalmente logra atrapar al
criminal, un cochero de nombre Jefferson Hope quien muere dentro de su celda al
día siguiente de que es aprendido en las manos del propio Holmes.
Capítulo 7. Final
Finalmente, Holmes concluiría que
al haberse tratado de un crimen pasional fuera de lo normal, los raros acontecimientos
suscitados en aquel lugar, lejos de representar un obstáculo habían servido como
guía para su investigación al haber utilizado un razonamiento retrospectivo a
lo largo del caso y al haber empleado el método de exclusión de las diferentes
hipótesis planteadas y principalmente el método de la deducción, lo que en
conjunto le permitiría dar con el culpable en muy poco tiempo.